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"Lasciate ogni speranza voi ch'entrate!"

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Un raro viaje (adelanto de la novela que escribo...)

Prologo

Caminaba bajo la fría lluvia. Ni un alma de vida en las calles, solo el sonido del agua al chocar con el frío pavimento. Sin rumbo me encontraba, la noche asechaba. Mirando el suelo, por casualidad lo vi, un anillo perdido. Lo tome del suelo y mire su extraña piedra gris. Un leve resplandor, apareció y desapareció en un parpadeo. Al verlo mi mente y mi espíritu dejaron los problemas del pasado; solo por ese insignificante instante fueron uno.
Un relámpago cruzo el cielo, después el sonido llego a mis oídos. La noche ya estaba aquí, decidí regresar...

Todo estaba oscuro, las tinieblas lo consumían todo. Una voz apareció, al parecer en mi mente. Me pareció conocida, pero jamás la había escuchado anteriormente. Ella me llamaba. Un le resplandor gris rompió con la monotonía del lugar.
-Ayúdame, por favor, tal vez tú...-
Las tinieblas se impusieron con fuerzas renovadas.
Me desperté... todo fue un sueño, un extraño sueño o al menos eso pensé. Me acorde del anillo, allí estaba donde, recordé haberlo colocado. Lo tome y mire su piedra. De pronto volvió a aparecer ese resplandor, la paz se apodere de todo mí ser.

El día pasó como siempre, lento y deprimente. Como todas las tardes salí a caminar y como todas las veces regrese al anochecer. Busque el anillo pero no lo pude hallar. Me dormí.
Otro monótono día pasó lentamente.
Mi reloj marcaba las 22:30hs. Debajo de mi velador lo hallé, el preciado objeto perdido y por fin me lo probé...
Me acosté, mi mente se puso en blanco, me dormí...

Capitulo 1: Renacer

El brillo del sol me dio en la cara. Abrí los ojos, el resplandor solar me encegueció. Mis ojos se acostumbraron a la luz, me encontraba vestido con extrañas ropas. El anillo había recuperado su brillo original, parecía nuevo.
Mire a mi alrededor, en una habitación de frías paredes desnudas me halle, solo una ventana alegraba el lugar. Las cortinas semitransparentes dejaban el paisaje, una gran montaña a lo lejos, un bosque muy espeso más acá, nada más.
Me pregunté donde me hallaba, que hacia aquí.

En eso, la puerta se abrió, un joven la atravesó.

-Por fin ha despertado- me dijo –hace días que lo encontraron inconsciente en el bosque.-
Silencio.
Una calida brisa entro por la ventana.
-¿Que lugar es este?- pregunte
-Es un viejo monasterio, en las tierras bajas-
-¿Tierras bajas? ¿En que año estamos?-
-Es el 368 después de la gran guerra-
-¿Qué guerra?-
-Eso no importa, los ancianos los esperan. Por favor sígame-

Él me condujo a través de una enorme red de pasillos, para finalmente llegar a una galería de impresionante belleza. Se detuvo ante una gran puerta.
-Entre-

Le obedecí. En el interior de la habitación se encontraban unos quince ancianos, sentados en grandes sillas de enormes respaldos. Su presencia infundía respeto.
Uno de ellos comenzó a hablar:
-¿Qué busca un joven como tu, en un lugar como este?
-No recuerdo como llegue a este lugar...-
-¿De donde vienes?-
-De una aburrida y monótona vida-
...

El interrogatorio continúo. El sol se acerco al horizonte, su luz entro por la cúpula y el ambiente se vistió con el color del atardecer.

Un extraño ruido me despertó, era un sonido metálico el que llego a mis oídos. Busque el lugar de donde provenía, me acerqué a la puerta del monasterio.
Una batalla se libraba en ese lugar, tres jóvenes defendían el recinto a punta de espada. Me sentí impotente, yo también quería luchar por algo que valiera la pena.
Finalmente los bandidos se dieron por vencidos. Unos hombres de extrañas vestimentas se acercaron a los jóvenes para curar sus heridas.
Uno de los ancianos se me acercó.
-Debes aprender a defenderte si quieres sobrevivir en un lugar como este-
Lo mire y asentí. Luego mire el horizonte y al volver a mirar en su dirección este ya no estaba, había desaparecido.

La brisa matinal inundo el lugar con el olor a flores silvestres.
Comencé a caminar, sin rumbo, por el interior del monasterio, sin darme cuenta llegue a un amplio patio interior. Un anciano le hablaba a un grupo de jóvenes, me hizo señas de que me uniera al grupo...
Los días pasaron fui iniciado en el arte de la espada, entre otras artes y ciencias.
“El ser humano es un ser que a través del conocimiento busca convertirse en un ser completo.”




Proximamnete mas....

(K´)

3 comentarios:

javiera dijo...

usted paso por mi blog, pensé que nadie lejano lo iva haber.
gracia por su escrito, me gusta.
suerte.

Tamat dijo...

...

tHe mIsaNthRopE dijo...

lindo blog he
que laburo debe ser escribir todo eso

no estara muy negro...
te dejo una dir de blog para que te copies la vista:
http://vagabundia.blogspot.com/
®